No conocía a Javier Peña ni tampoco sabía que tenía un podcast literario, hasta que comencé a ver en redes sociales reseñas de su nuevo libro, "Tinta invisible", publicado por la editorial BlackieBooks. Indagué un poco sobre esta obra y me llamó la atención la originalidad de la sinopsis y los temas que aborda. Tras recibir el ejemplar, comencé a leerlo, y sentí que no podía parar: era como escuchar un pódcast, en el que yo, como lectora, le ponía voz al leerlo.
Sinopsis:
Mientras el padre de Javier Peña se va apagando, poco a poco, en la habitación de un hospital, en torno a ellos orbitan un millón de historias. Las historias de su familia, llenas de cargueros y casualidades, de enciclopedias, silencios y orgullo. Pero sobre todo las historias de los libros que atiborran sus estanterías y de los escritores que las inventaron en mitad del desamparo, como grietas por las que se cuela la luz. A medio camino entre en el ensayo y el memoir, una historia de amor y pérdida entre un padre y un hijo y los libros que les unen. Secretos y silencios, angustias y esperanzas de los grandes escritores. Una odisea emocional que sumerge al lector en una indagación sobre la creación literaria y el poder transformador de las historias.
Análisis de la obra:
Javier Peña escribe esta obra como forma de procesar el duelo por la enfermedad y, posterior muerte de su padre, creando así, una oda a las historias y a la literatura, los dos grandes elementos que unían al autor con su padre. En palabras del autor, "Las historias son, en esencia, pequeños placeres que hacen que la vida valga la pena". Define al hombre como "homo narrans" ya que las historias son la esencia de nuestro ser.
Narrada en primera persona, el escritor nos va relatando los encuentros con su padre, mientras éste se encontraba en el hospital, momentos en los que las historias llenaban los silencios entre ambos. Javier Peña intercala, esos últimos instantes que, vive con su progenitor, con anécdotas sobre escritores importantes de la literatura como: Franz Kafka, Toni Morrison, Margaret Atwood, Tolstói, Sontag, Saramago, Dickens, Alice Walker, Carmen Laforet, Murakami y muchos más.
En forma de ensayo, Javier Peña crea una especie de "manual del escritor" donde analiza, por ejemplo, los elementos que determinan a un buen creador de historias, definiendo al escritor como "Alguien que se niega a que la vida le guste, un escritor se revuelve ante la vida".
A través de este libro, el autor se reconcilia consigo mismo y también con su padre, con quien había estado distanciado un tiempo. "Cada vez que me avergonzaba de mi padre, era mi ego el que fracasaba: no era que no le quisiera a él, era que me odiaba a mí."
Me gustaría profundizar en los que, para Javier Peña, constituyen los cimientos sobre los que se construye la figura de un buen escritor:
- La imaginación, considerada, por el autor, como la esencia del escritor. Tanto la creatividad como la imaginación, son dos cualidades que están presentes en el ser humano, desde que somos niños y que, conforme vamos haciéndonos mayores, vamos perdiendo por el camino.
- El ego que, como describe el autor, es un "mecanismo esencial para la literatura que, en primer lugar, impulsa al autor a escribir una historia y, por encima de todo, el que le impide destruirla inmediatamente después de haberla creado." La seguridad e inseguridad en uno mismo que puede conllevar en soberbia, escondiendo "un profundo pozo de inseguridad".
En un sentido crítico del ego, sostiene que la necesidad que se esconde detrás de una historia, es la necesidad del escritor de compartir su creación para recibir, a cambio, el reconocimiento y el mérito de otros.
El problema del ego reside en su desmesura, como en todo en la vida.
- El escritor refleja en sus historias los pensamientos, sentimientos, prejuicios o valores que ha ido creando a raíz de las experiencias vividas. "Escriba de lo que escriba, un escritor se escribe siempre a sí mismo". "Creo que es necesario haber vivido las grandes pasiones de la vida para escribir buenas novelas sobre ellas: el amor, el dolor, la pérdida..." La mayor producción literaria de un escritor está íntimamente vinculada con los momentos más tristes de la vida, en los que la creatividad se despierta. Da como ejemplo al premio Nobel Jon Fosse, que aseguraba que "si fuera una persona feliz, no escribiría o, como mucho, habría escrito un libro".
- La envidia, sentimiento innato al ser humano que no aporta ningún tipo de felicidad y que se genera hacia aquel al que consideramos igual que nosotros: "nuestro ego de alfarero tiende a buscar a otro alfarero que envidiar y, si no lo encuentra, envidiará las épocas de vieja gloria en la alfarería".
- La paciencia como ingrediente esencial en la cocción de una historia.
- La importancia de la buena construcción de personajes y saber escucharles.
- El buen escritor ha de ser consciente de que sus creaciones no siempre van a ser perfectas, siendo la imperfección lo único constante.
- El autor también aborda la importancia de un buen espacio de trabajo para un escritor, ya que dicho espacio influye, en gran medida, en el desarrollo de las historias.
- La suerte es otro elemento clave en la producción literaria.
- El buen escritor consigue la inmortalidad a través de aquellas historias que, por su calidad, perduran durante generaciones, haciendo que los personajes sobrevivan y subyuguen al escritor.
El autor también brinda una gran importancia a la lectura en la figura del escritor "quienes amamos las historias sentimos por ellas un apetito tan desmedido que, en cuanto tenemos ocasión las devoramos". "La lectura, al igual que la escritura, es una forma de escapar de la realidad que nos rodea y de olvidarnos que algún día moriremos".
Para Javier Peña esta obra constituye una forma de conocer a su padre, consiguiéndolo a través de indagar en la vida de sus escritores favoritos.
Javier Peña transita por el camino del duelo y de la ausencia, a través de los libros que su padre no iba a leer, generándole esto un gran sentimiento de tristeza: "aquellos comprados con la ilusión de tener una vida por delante para leerlos y que, a la postre, no haya sido así.."
Temas que aborda la obra:
Javier Peña ahonda en el dolor, la muerte, el duelo, el perdón hacia uno mismo y hacia los demás, los errores cometidos, el sentimiento de culpa, todo ello enlazado, de forma magistral y exquisita, con el bello mundo de la literatura y las historias.
En su proceso de duelo, reflexiona sobre lo que el fallecimiento de su padre ha significado para él "Ver morir a mi padre me ha hecho tener demasiado presente que un día yo estaré en su lugar; el tiempo pasa cada vez más deprisa, y mis pulmones u otro órgano dejarán de funcionar en algún momento".
Me han encantado la forma en que el autor hila reflexiones acerca del devenir de la vida, la muerte, el duelo, con la literatura. "Sucede a veces que cierras un libro y no lo has entendido del todo y sientes que te ha dejado frío, pero con el paso de los días ese libro va creciendo en ti. Ese soy yo en la vida".
En esta obra también encontramos la gratitud de Javier Peña hacia su padre por haberle inculcado el amor hacia las historias y la literatura. "Nunca podré agradecerle lo suficiente a mi padre que me introdujera en esa belleza, en el mundo de las historias, en el lugar que me ha hecho más feliz". "Tuve que esperar a su ausencia para descubrir que lo que me había dejado no eran cosas, como a Brick en La gata sobre el tejado del zinc. El único material que heredé de él fueron unos zapatos que me quedan grandes y un abrigo con un clínex usado en el bolsillo. Aparte de eso, solo me dejó todo lo que soy".
También aprovecha para realizar una crítica al comercio editorial y al éxito y al fracaso que, en muchas ocasiones, no depende de la calidad de tu producción literaria , sino más bien en otros aspectos que, muchas veces, no dependen del escritor.
Valoración:
Este libro está integrado por muchas cosas a la vez , están hiladas perfectamente a través de un hilo que, Javier Peña teje con sensibilidad y delicadeza creando un manual para escritores y lectores pero, en conjunto, toda la obra constituye un homenaje a su padre, como persona que le inculcó el amor hacia la literatura y las historias.
He disfrutado enormemente con esta lectura ya que es un registro diferente a lo que estoy habituada a leer. Es una obra que te despierta la curiosidad por seguir conociendo anécdotas de las interesantes vidas de grandes escritores.
Javier Peña se abre al lector, invitándole a formar parte de su experiencia vital de afrontar la pérdida de un padre. El lector se ve inmerso en el proceso del duelo y de reconciliación que tiene lugar entre el escritor y su progenitor.
El lector es conocedor, desde el principio, de que el padre va a fallecer, pero aguarda ese momento con tristeza sabiendo que, aunque es algo doloroso, dicho momento también esconde su especial belleza, como todas las historias.
Recomiendo profundamente esta obra a todo lector y a todo escritor ya que, tanto unos como otros, tenemos algo en común: nuestro gran amor por las historias.
"Las historias nos conforman, nos salvan y, si son valientes y honestas, gracias a ellas, otros podrán volar".
Gracias Blackiebooks por hacerme llegar este ejemplar tan especial. Gracias Javier Peña por esta obra tan única y bella.
Saludos lectores, nos leemos pronto. No dejéis de leer.
Mil gracias☺️
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