Hola queridos lectores, os traigo la reseña mi última lectura, una obra que fue considerada muy controvertida en su época por desafiar las normas sociales y por exponer un enfoque de la figura femenina que se encontraba fuera de todo convencionalismo social. En la actualidad, "El despertar" es una novela clave de la literatura estadounidense del siglo XIX.
SINOPSIS:
Edna Pontellier es una mujer casada con un hombre de negocios, perteneciente a la clase acomodada y conservadora de una región sureña de Estados Unidos de finales del siglo XIX, en la que la esclavitud era la norma. Madre de dos hijos y próxima a la treintena, Edna experimenta, durante unas vacaciones de verano, un deseo de libertad e independencia, tanto en el plano romántico y sexual, que la lleva a tomar decisiones que la conducen, irremediablemente, a enfrentarse a las normas sociales de la época.
ANÁLISIS DE LA NOVELA:
Contexto temporal y social:
Es muy relevante conocer el contexto temporal en el cual está ambientada esta obra ya que nos va a permitir valorar aún más esta historia.
Kate Chopin escribe esta obra en el siglo XIX, época en que la mujer estaba condicionada a un papel a desempeñar muy limitado: ser madre y esposa, expectativas sociales que nadie se atrevía a cuestionar y muchos menos a desafiar.
En "El despertar", Kate Chopin da un paso adelante y enfrenta a la protagonista, Edna Pontellier, en primer lugar, a sí misma, cuestionándose preguntas tan significativas como quién es ella, aparte de madre y esposa, qué quiere para sí misma o a quién desea realmente, para de este modo, enfrentarla a un despertar que la conduce a tomar decisiones que la alejan de toda norma social.
Cuando se publicó esta obra, en 1899, la autora se enfrentó a un sinfín de críticas negativas que condenaron la obra como "vulgar'" o incluso "repelente". Ante tantos comentarios despectivos sobre su obra , Kate Chopin decidió escribir un comunicado, en un intento de defender su obra, aunque fue en vano, ya que se vio forzada a una crisis financiera y a la paralización de su producción literaria. "El despertar" fue descatalogada durante más de 50 años, hasta que en 1950 fue redescubierta, y los críticos, esta vez, quedaron asombrados por la calidad literaria de la obra y por los temas que Kate Chopin abordó en la misma, pasando a ser una de las novelas más importantes de la literatura estadounidense del siglo XIX y pionera del feminismo.
Temas que trata la novela:
Kate Chopin utiliza esta historia para explorar ciertos conflictos sociales de la psique femenina:
- Emancipación femenina: La protagonista desea romper con el papel de madre y esposa que ha venido desempeñando hasta el momento, en un intento de encontrarse a sí misma y sentirse dueña de sus deseos en coherencia con sus acciones. Kate Chopin desafía así la norma social de que la mujer debía ser madre y esposa, fiel a dichas figuras, sin plantearse nada más.
- Sexualidad y autodescubrimiento: Edna Pontellier, se enamora de Robert Lebrun. A partir de ese enamoramiento, la protagonista se enfrenta a sus deseos sexuales que le hacen plantearse su relación con su marido. Este enamoramiento genera en Edna sentimientos como la ansiedad, la tristeza o el miedo, al encontrarse en una especie de dilema moral.
Tanto la sexualidad como la emancipación femenina se pueden englobar dentro de un mismo tema: autopropiedad, el cual es uno de los principios clave del feminismo del siglo XIX. Este principio habla sobre el control de la mujer sobre su propio cuerpo e identidad. La mujer tiene pleno derecho sobre su sexualidad y cuerpo, siendo ella la única que debe decidir sobre cuando tener sexo, negándose a que sean los hombres quienes tomen el control sobre su propio cuerpo.
Simbología:
Esta obra está repleta de símbolos que ayudan a Kate Chopin a reflejar los conflictos internos de la protagonista, haciendo que la narrativa adquiera un toque poético y lírico que la hace sumamente bella. Chopin utiliza estos símbolos para ofrecer al lector una visión más profunda del complejo despertar que vive Edna.
- El mar: es uno de los símbolos más importantes. Edna encuentra en el mar el poder del autodescubrimiento ya que un día descubre que es capaz de nadar, lo que le brinda la sensación de independencia y empoderamiento, sintiéndose en pleno control emocional y físico de sí misma. Desde ese momento, el mar se convierte en libertad y escape para la protagonista, ya que encuentra en él un lugar donde escapar de la sociedad que la oprime con sus normas sociales y donde poder sentirse libre siendo ella misma. Finalmente, el mar adquiere una simbología negativa: muerte y renacimiento, siendo una metáfora de la liberación definitiva que alcanza Edna a ese mundo que la oprime.
- Las aves: simbolizan la opresión y también la libertad. Al inicio de la obra, aparece un loro en una jaula repitiendo palabras sin sentido. El loro simboliza la situación de Edna, atrapada en las expectativas sociales y sus propios dilemas y sentimientos.
- El arte: simboliza el proceso de autodescubrimiento y vía de expresión de Edna. En su proceso de despertar, la protagonista recupera uno de sus hobbies favoritos: la pintura. Esto simboliza una forma de acercarse de nuevo a su esencia e identidad alejadas de su papel de madre y esposa, además constituye una vía de escape que la ayuda a explorar su necesidad de autonomía.
- Mademoiselle Reisz: este personaje constituye un símbolo en sí mismo. Su vida independiente como pianista, es el reflejo de lo que Edna aspira a ser si elige el camino de la independencia y libertad personal. Es por ello, por lo que la protagonista se siente tan agusto en compañía de Mademoiselle Reisz, en especial, cuando toca el piano ya que al escuchar la música, Edna conecta con su voz interior y su esencia. Este personaje también es el reflejo del coste que implica vivir alejado de los ideales sociales: aislamiento, soledad y rechazo social.
- Las casas: los diferentes espacios en los que se va encontrando la protagonista a lo largo de la historia, simbolizan las diferentes etapas de su despertar espiritual que Edna va atravesando.
La casa de Leonce Pontellier: la casa que comparte con su marido, representa la opresión y la dependencia. Edna siente que ese espacio es como la jaula para el loro: una prisión que le corta la libertad y que la obliga a desempeñar su rol de madre y esposa.
La casa de al lado o "el palomar": esta pequeña vivienda elegida por Edna para mudarse simboliza su intento por independizarse. Un espacio propio, lejos de las normas sociales que la oprimen, pero también simboliza el aislamiento al que se enfrenta al saltarse los estereotipos impuestos por la sociedad.
Personajes:
- Edna Pontellier: es la protagonista de la historia, quien a través de enamorarse de Robert Lebrun, comienza a sufrir un despertar de conciencia, reconociendo en sí misma las ansias por independizarse como mujer de un rol impuesto de esposa y madre, conectar con sus deseos sexuales más profundos, explorando así su libertad emocional, sexual y artística.
Es un personaje sumamente complejo y multidimensional con emociones y decisiones contradictorias y dilemas que hacen de ella un personaje creíble y humano.
Edna Pontellier representa, en su despertar, a muchas mujeres que se encuentran atrapadas en sus roles impuestos por la sociedad.
- Leonce Pontellier: es el marido de Edna y un hombre de negocios exitoso que representa los valores patriarcales de la sociedad del siglo XIX. Leonce ve a Edna como una posesión, no como una persona con deseos y necesidades propias. Cuando la protagonista comienza a manifestar sus cambios y su actitud deja de ser la habitual, Leonce no consigue comprenderla, sintiendo que su orden social y familiar se ve amenazado. Su actitud de irse de viaje de negocios aun viendo que Edna dejaba de ser la de siempre, demuestra que en aquella época, los sentimientos de las mujeres no tenían importancia, siendo lo importante el poder económico y las apariencias.
- Robert Lebrun: personaje clave en el "despertar" de Edna. Robert es el primer hombre que trata a la protagonista como una mujer deseable e interesante, y no como una esposa o madre. Esto provoca en Edna un cambio en su forma de percibirse a sí misma. Robert, a pesar de estar enamorado, no tiene la valentía suficiente para desafiar las normas sociales, por lo que se niega a mantener con Edna una relación ya que está casada.
- Mademoiselle Reisz es otro personaje clave en el proceso de cambio de nuestra protagonista y es que ella representa lo que es vivir completamente al margen de la sociedad: no está casada, no tiene hijos y se dedica al arte. Mademoiselle Reisz inspira a Edna a perseguir su propia identidad a través del arte.
- Adele Ratignolle: este personaje es la representación ideal que se esperaba en la mujer de la época: madre y esposa abnegada. Adele no cuestiona los roles que la sociedad le ha impuesto, aceptándolos y dedicándose a ellos por completo. A pesar de sus diferencias, tanto Edna como Adele son buenas amigas, aunque ésta última constituye un recordatorio continuo, para nuestra protagonista, de lo que la sociedad espera de ella.
- Alcee Arobin: representa el despertar sexual de Edna. Alcee ofrece a la protagonista una relación superficial sin las restricciones emocionales o sociales que implica el matrimonio. A través de esta relación, Edna alcanza su autonomía sexual y su rechazo a las expectativas tradicionales.
- Raoul y Etienne, los hijos de Edna: representan la carga emocional y social que dificulta a la protagonista alcanzar la libertad. Edna ama a sus hijos pero no está dispuesta a sacrificarse por ellos de la manera en que Adele Ratignolle sí que lo haría.
A través de estos personajes, Kate Chopin encarna las tensiones entre los roles tradicionales y el deseo de cambio. Cada uno de ellos, ofrece una perspectiva diferente, impulsando a Edna a cuestionarse las cosas y, por consiguiente, al cambio.
Estilo narrativo:
Kate Chopin utiliza un narrador omnisciente en tercera persona para narrar esta historia, centrándose, en su mayor parte, en los sentimientos y pensamientos de Edna, lo que hace de esta obra una novela intimista que lleva al lector a un viaje de profunda introspección.
El ritmo de la obra es pausado y calmado, siguiendo el proceso de reflexión de la protagonista, lo que hace que el lector también viva, en su propia piel, ese proceso emocional.
El lenguaje utilizado es simbólico, como hemos visto anteriormente, lo que hace que la obra adquiera profundidad. Además, la autora realiza unas descripciones del paisaje, especialmente del mar, preciosas y bellas, rozando lo poético, lo que me ha recordado a los hermosos cuadros de Joaquín Sorolla.
Sobre el autor:
Kate Chopin (1850-1904), fue una escritora estadounidense, especialmente reconocida por sus relatos y novelas que exploran la independencia femenina, la identidad y la lucha contra las normas sociales de la época. Es considerada una precursora del feminismo literario en Estados Unidos.
Perdió a su padre en un accidente cuando tenía 5 años, creciendo en un hogar dominado por su madre, abuela y bisabuela. Esta influencia marcó su perspectiva sobre la independencia femenina.
En 1870 se casó con Óscar Chopin, un hombre de negocios, de quien obtuvo el apellido. Tuvieron seis hijos, pero en 1882, Óscar fallece, dejando a Kate sola en la crianza de sus hijos.
En 1890, Kate comienza a escribir como una forma de lidiar con su tristeza y después como profesión, siendo sus primeras obras relatos cortos publicados en revistas prestigiosas como Vogue o Athlantic Monthly.
Su obra más importante fue "El despertar" aunque fue muy criticada por su enfoque y rechazo de las tradiciones sociales.
En 1904 fallece a causa de un derrame cerebral.
No fue hasta el siglo XX, cuando se volvió a descubrir su obra, valorándola como fundamental en la literatura estadounidense y feminista.
Valoración:
Leer "El despertar" ha sido una experiencia literaria que me ha encantado, en primer lugar, porque, en mi opinión, está escrita de una forma bella y sensible. En segundo lugar, considero que el hecho de que la autora, siendo mujer, escribiera esto, en aquella época, es de una valentía que hay que destacar. Por otro lado, Kate Chopin crea un relato profundamente introspectivo, cargado de simbolismos, que no es más que un reflejo de como las mujeres se podían sentir en una sociedad que les imponía un papel a desempeñar.
Me parece importante que las mujeres, como personas, indaguemos en nuestra propia identidad, y nos enfrentemos, con valentía, a quiénes somos, qué queremos y quién queremos ser. Es un derecho y creo que una obligación con nosotras mismas, encontrar nuestra esencia y respetarla, fuera de toda presión social.
Me ha gustado mucho leer esta obra que, en muchas ocasiones, era como contemplar los hermosos y admirables cuadros del pintor Joaquín Sorolla.
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