jueves, 22 de febrero de 2024

Reflexiones sobre la muerte

 


Hoy no os traigo ninguna reseña de ningún libro. Os traigo reflexiones acerca de la muerte, un tema tabú del que apenas nadie habla pero del que todos deberíamos hablar y reflexionar.

Te invito a que leas esta entrada y quizá, como yo, reflexiones sobre lo único seguro que tenemos en esta vida: la muerte.

A mis 27 años he comenzado a descubrir qué es la muerte y los sentimientos que una pérdida conlleva en el ser humano.

Tengo el corazón roto en dos pedazos y nunca mejor dicho porque han sido dos las personas que se me han ido. Cada mitad corresponde a una de las personas que ya no están.


La muerte es la ausencia de vida y de presencia. 

La muerte es no poder escribir a esa persona porque ya no te va a contestar. 

La muerte es recordar los momentos vividos y sonreír pero a la vez llorar porque ya es imposible crear más recuerdos con esa persona.

La muerte es que la ropa siga estando en los armarios y que su dueño no se la vuelva a poner.


La muerte es que una bufanda huela a su perfume y que ya nunca más vaya a abrigar su cuello.


La muerte es entrar en una casa esperando que vengan a recibirte y que lo único que te reciba sea el golpe de la ausencia.


La muerte es que las hojas se acumulen a la entrada de la casa porque ya no está ella para barrerlas.


La muerte es que oigas su voz en un video y que tus lágrimas se acumulen en tus ojos porque sabes que solo oirás su voz si es a través de visionar ese video una y otra vez.


Morir no es sólo que el corazón de una persona deje de latir.Morir también es comprobar que ya no soy la niña que era hace unos años, que mi inocencia y mi forma de ver la vida han muerto a causa de las vivencias que la vida me ha traído consigo.

Morir es que ya no existe la infancia que tuve: no existen los juguetes, ni las películas ni las series de televisión que me llenaban las horas de diversión.


Morir es ir a una casa donde veraneabas con tu familia y comprobar que ya nada es como el recuerdo que guardas en tu cabeza: los muebles han cambiado de lugar, el olor propio de la casa también es distinto, y la ausencia de las personas que antes residían allí.


Morir es ir al pueblo donde te criaste y comprobar que las persianas de las casas están bajadas, lo que denota que ya nadie vive allí porque también ellos han muerto.


Morir es mirarte al espejo y comprobar que tu cuerpo ya no es el mismo, que ha evolucionado como lo ha hecho tu alma.


Morir es reconciliarte contigo misma y con tus orígenes.


Morir es perdonar y ver el mundo desde otro prisma en que relativizas todo porque sabes que no vas a estar aquí para siempre.


Morir es darte cuenta de que lo único seguro que existe en la vida es la muerte. Solo espero haber vivido lo suficiente como para aceptar que es momento de marcharme de esta vida, en la que cada día, vamos muriendo poco a poco. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario